Digamos que nos pudrimos de ganas de regalarle plata al gobierno con un peaje pero nos mamamos del de Chía porque sí, por ahí toca pasar siempre que vamos los jueves a los piques en Tocancipá. Estamos mamados de la ciudad y queremos hacer algo nuevo, algo que se salga de nuestros estándares y destinos habituales. Si miramos hacia los cerros nos encontraremos con una de esas rutas que solo las personas que viven por allá, y los psicópatas de los ciclistas, suelen tomar; la vía a La Calera.
Escapémonos de la ciudad por un momento
Es un recorrido que depende en gran medida del tráfico por la carrera Séptima donde esta se bifurca con la Avenida Circunvalar y la vía a La Calera ya que esta zona suele ser complicada antes de empezar el ascenso a Patios. (Sabemos que esta página es para viajes en coche, pero si no le has dado la oportunidad a subir Patios en bicicleta, propónselo a tus amigos para que te miren como un culo y termines en esas con tu papá)
A pesar que acá solemos contarte sobre rutas para realizar de corrido, queremos compartir contigo algunas paradas para realizar por el camino que te aseguramos valdrán la pena.
Mirador La Calera
Desde el Mirador La Calera se puede apreciar Bogotá de manera diferente. Monserrate ofrece una experiencia parecida pero pues déjenos en paz, estamos cansados, esta es más chimba porque es en carro. La experiencia del Mirador se complementa con la noche, cuando la ciudad está encendida y su cielo nocturno con esa cierta tonalidad morada nos espía desde arriba. La parada en el mirador usualmente es rápida (toma tus foticos pa’ mandarle a mamá y su buena entrada al baño) a menos queramos quedarnos un rato por los locales cercanos para tomarnos algo mientras observamos Bogotá en su inmensidad. Esta parada funciona en ambos sentidos del trayecto, tanto de ida como de venida es un buen punto para bajarse del carro y joder un rato por ahí sobre las nubes del cielo capitalino. Claro está también que si la subida a Patios está muy trancada, como suele suceder a veces, es mejor dejar esta parada para la devuelta y no perder tanto el “impulso” que se lleva de llegar hasta La Calera.
Patios
La subida al Alto de Patios, que en carro parece insignificante, en cicla presenta un reto grande para todos los que se le miden. Es demasiado empinada, algo extensa y sobre todo, pesada para aquellos que no tienen experiencia montando cicla. En Rolling D.C te proponemos un plan agradable para un fin de semana con amigos o familiares. Salgan en cicla hasta patios con alguien manejando un carro que los espera arriba, al llegar (si lo logran) suben las bicicletas y siguen de camino a La Calera para desayunar o almorzar. O también está la opción de seguir en cicla hasta el pueblo, es una experiencia única llena de naturaleza, una buena vía y, acompañados de un día soleado, un escape de la locura que es Bogotá a diario.
Restaurantes
Tanto ya en La Calera como en su camino se encuentra una variedad gastronómica para acompañar la mañana, la tarde o la noche, todo depende de qué tan dispuestx estés a explorar el millar de restaurantes que sobre esta vía se encuentran. Obviamente hay algunos clásicos que nunca fallan como El Tambor, El Chori Charrúa o Andrés Carne de Res, pero la experiencia de entrar a un restaurante X y experimentar cosas nuevas es aquello que caracteriza esta travesía que puedes realizar para almorzar o cenar, depende de qué tengas ganas de hacer y con quienes, este plan es tan versátil que depende de ti cómo quieres vivir esta experiencia a tu manera.